El dormitorio para bebé debe ser simple y tener pocos muebles, deben estar apoyados en la pared y nunca bajo una ventana, así cuando el pequeño comience a gatear, podrá moverse libremente sin correr el riesgo de tropezar con los muebles y accesorios varios. Los muebles ecológicos son la mejor solución, elaborados con pinturas no tóxicas y sin peligrosos accesorios desmontables, como las manijas o perillas de los cajones.
En lo que respecta a la disposición de los muebles, busca crear una área muy luminosa para el juego, la cuna debe colocarse lejos del radiador, al lado de ella puede estar la mesa para cambiar pañales. La cuna debe ser simple, no tener demasiadas puntas que puedan dañar al bebé. Mejor si tienen barras que entre ellas haya una distancia adecuada por seguridad del bebé: las caras laterales deben ser corredizas, pero con un cierre de seguridad para evitar que el pequeño aprenda a levantarlas y bajarlas.
Evite alfombras y moqueta: los pavimentos en cerámica o mármol son más fáciles de limpiar, pero no lo haga con cera para no hacerlos resvaladizos. Y si tiene parquet, tenga cuidado que no tenga grietas o astillas que puedan herir al pequeño. Opte por paredes o papeles pintados lavables, de colores claros y cálidos, embellecidos y animados con diseños cuentos animados.
Evitar alfombras y moquetas: si los suelos son de mármol o de cerámica son más fáciles de lavar, pero no para ser tratados con ceras ya que puede volverse resbaladiza. Y si usted tiene un piso de parquet, tenga cuidado de que no tenga grietas o astillas que pueden dañar al bebé. Opte por paredes o papel tapiz lavable y de color claro y tranquilo, animadas por los dibujos y fantasías de niño.
En cuanto a las cortinas, los modelos que se cierran como paquete son ideales: las cortinas de ancho y largas recogen más polvo y representan un gran peligro para los niños.